Muchos dan por hecho que la electrificación del parque móvil es una tendencia imparable, y probablemente lo sea. Pocos fabricantes quedan ya sin un híbrido en proyecto o en el mercado y dudo que haya alguno que pretenda sobrevivir a medio plazo sin contar con esta tecnología.
Pero las mejoras en eficiencia de los motores tradicionales, junto con el impulso al ahorro que supone su hibridación con motores eléctricos y baterías para gestionar el ciclo arranque-parada están llevando al coche eléctrico puro, esa especie de “tierra prometida”, a unaplazamiento continuo al que no se ve un claro final.
Conviene recordar que un híbrido, por muy enchufable que sea, es sólo una solución transitoria y de compromiso entre un vehículo tradicional y otro totalmente eléctrico, en el que se siguen arrastrando los problemas asociados a los combustibles fósiles, en mayor o menor medida.
Sólo un esquema pura y exclusivamente eléctrico es capaz de aportar todas las ventajas funcionales y medioambientales que, potencialmente, encierra esta tecnología
Sólo un esquema pura y exclusivamente eléctrico es capaz de aportar todas las ventajas funcionales y medioambientales que, potencialmente, encierra esta tecnología. Me refiero a cero emisiones basadas en generación a partir de renovables y un esquema mecánico simplificado hasta el límite, junto con la nueva morfología asociada a estos vehículos de habitáculo montado sobre una plataforma plana, sin capó, sin caja de cambios, sin sistema de refrigeración, ni aceite, ni filtros…
El hecho es que las ventas de eléctricos no despegan en ningún lugar del mundo, de momento, con cifras verdaderamente potentes y sostenidas. Tal vez sea muy pronto para eso pero, ¿qué esperan las marcas punteras al respecto del coche eléctrico a baterías, de aquí a 2020?
El hecho es que las ventas de eléctricos no despegan en ningún lugar del mundo, de momento, con cifras verdaderamente potentes y sostenidas
Nissan espera vender un 10% de eléctricos antes de esa fecha. Es la marca más optimista, y tiene que serlo si espera recuperar la apuesta realizada por esta tecnología. No obstante, hace sólo unas semanas, reconocían que la opción híbrida (inicialmente rechazada y criticada por su presidente) entra ahora en sus planes. 20.000 Leaf vendidos en todo el mundo es el balance de su primer año completo de comercialización, que se cumple justo ahora.
BMW es otra marca que está apostando muy fuerte, con el desarrollo de una sub-marca específica (BMW-i) para trabajar en este terreno y la presentación este mismo año de dos modelos revolucionarios (BMW i3 y BMW i8) aunque sólo el primero de ellos con versión exclusivamente eléctrica. Su expectativa para los próximos 8 años es colocar un 5% de eléctricos en el mercado, la mitad que sus colegas de Nissan, pero sí esperan que la mitad de sus ventas sean híbridas para esa misma fecha.
Sólo una revolución tecnológica que levantase las barreras de densidad energética y coste de las baterías podría adelantar sustancialmente el calendario del coche eléctrico puro.
Audi cuenta también con un ambicioso plan de electrificación gradual de su gama, bajo el nombre de E-tron. Sus expectativas para vehículos eléctricos y el año 2020 se limitan a un 4%, mientras que Volkswagen trabaja con la hipótesis todavía más restrictiva del 3%.
La conclusión que podría extraerse de estas cifras proyectadas oficialmente por tan distinguidos fabricantes es que la electrificación completa del parque móvil, aunque previsible, está muy lejos en el futuro. Sólo una revolución tecnológica que levantase las barreras de densidad energética y coste de las baterías podría adelantar sustancialmente el calendario del coche eléctrico puro.
Y nadie parece contar, a día de hoy, con esa revolución.
Fuente: Revista CAR MAGAZINE, edición impresa, Diciembre 2011